El responsable de Transportes condiciona todos los soterramientos, salvo el de Bilbao a que el 70% del coste se sufrague “por las autoridades locales”. “Vitoria-Gasteiz no merece menos que Bilbao”, advierte el diputado general de Álava que confía en un acuerdo institucional firmado en 2010
El ministro Oscar Puente exige que las instituciones vascas garanticen hasta el 70% del coste de los más de 500 millones de euros para soterrar el Tren de Alta Velocidad de Vitoria (TAV). 350 millones de euros que no cuadran ni con las previsiones del Gobierno vasco, de la Diputación de Álava ni del Ayuntamiento de Vitoria que se aferran a un acuerdo firmado en 2010 en el que se comprometían a pagar la mitad del coste de esta infraestructura. Puente, que sí da por hecho el soterramiento del TAV en Bilbao, aboga por integraciones ferroviarias como la que defiende incluso para Valladolid, la ciudad de la que fue alcalde.
El 5 de marzo de 2010 el entonces alcalde de Vitoria Patxi Lazcoz (PSOE) celebró que se hacía realidad la llegada soterrada del TAV a Vitoria con la recuperación de un corredor urbano que transformaría la ciudad. Catorce años después, el ministro Oscar Puente (PSOE) condiciona todos los soterramientos ferroviarios a que las autoridades “locales” garanticen el 70% de su coste. Un posicionamiento político con el que pretende taponar el incremento exponencial de la deuda del gestor de inversiones ferroviarias Adif que ya es de 17.000 millones de euros y que podría elevarse en 40.000 millones más si asume la ejecución de los compromisos adquiridos por sus predecesores.
Uno de ellos fue José Blanco, el ministro socialista que aquel 5 de marzo posó en Vitoria junto a Lazcoz, al diputado general ya fallecido Xabier Agirre (PNV) y al aún consejero en funciones Iñaki Arriola. El pacto institucional de hace casi tres lustros establecía que el Gobierno central asumía el 50% del coste y las instituciones locales la otra mitad. Puente ya advirtió el pasado 23 de enero de que las nuevas condiciones para ejecutar un soterramiento que nunca ha llegado a estar asegurado pese a la media docena de convenios y protocolos firmados por los responsables institucionales del Gobierno de España y de la administración autonómica.
La gestión política y administrativa de los soterramientos de Vitoria y de Bilbao evidencias sorprendentes diferencias que pueden ser definitivas para que uno se convierta realidad y otro no. “Vitoria-Gasteiz no merece menos que Bilbao”, ha advertido hoy el diputado general Ramiro González al ser requerido por este giro de Puente sobre las condiciones para financiar la obra. González, el político alavés en activo con más experiencia en este proyecto, ha insistido en el acuerdo “institucional” de 2010, en que la fórmula fue refrendada en otro protocolo en 2022 y en que los trámites administrativos y los proyectos previos a la adjudicación de las obras siguen su curso con normalidad.
Incluso ha llegado a insinuar que “en breve” puede reunirse en consejo de administración que las instituciones crearon en 2010 sin que después se haya dado ninguna explicación sobre su actividad. Preguntado sobre la fecha de este sorprendente encuentro, González ha reculado y admitido que fecha no hay y que igual esta cuestión puede ser abordada en el ámbito “bilateral” de las cuatro instituciones implicadas en este singular proyecto.
Los soterramientos en Vitoria y en Bilbao completarían la llegada del TAV al País Vasco. La finalización de las obras de la infraestructura está prevista para 2027 pero durante los últimos 15 años se han dado continuamente fechas de finalización incumplidas. Después será necesario instalar la superestructura (desde los raíles a los sistemas eléctricos), una fase que también carece de fechas. El objetivo del Gobierno vasco es que los soterramientos no retrasen aún más la puesta en marcha del TAV, al menos como un servicio de comunicación entre Vitoria, San Sebastián y Basauri (desde donde se usará un tren de cercanías para llegar a Bilbao. El Gobierno vasco ya ha asumido la encomienda de gestión para realizar el túnel que llevará el TAV hasta la estación de Abando en Bilbao.
Pero en Vitoria, ni se cuenta con el proyecto de ejecución del TAV, ni el Ejecutivo autónomo ha asumido hacer estas obras de soterramiento ni está claro -como Puente ha repetido ya en dos ocasiones- quién pagará las cuantiosas obras. “Voy a dar por seguro el soterramiento”, ha afirmado González que ha tachado de “inaceptable” que ahora Puente cuestione un pacto institucional firmado en 2010. El diputado general de Álava, que gobierna desde 2015 con el PSE-EE, reconoce el coste en pérdida de competitividad que supone el retraso del TAV para un Territorio Histórico que tiene en la logística una de sus palancas de desarrollo económico.